Formación profesional híbrida: lo virtual y la mentoría

Actualmente estamos siendo testigos de una gran cantidad de programas virtuales de formación profesional y de postgrado. Facilidades para acceder de forma remota y horarios libres cuando son asincrónicos, parecen ser una solución efectiva y eficaz para ser un profesional actualizado y de alto rendimiento como el que se demanda en las empresas hoy en día.

No obstante, el nivel de cualificación de los aprendizajes, producto de una baja inserción en el medio o nula cercanía con la experiencia en la que se está desarrollando la especialización, véase para este ejemplo la cantidad de programas de segunda carrera y la diversidad profesional de origen de quienes ingresan o los programas de magister que tienen desde médicos a profesores de historia entre sus estudiantes en una misma clase, es parte de lo que refiero. Y no es que estén en desacuerdo con la formación virtual, sino con la oferta que se hace para la consecución de competencias y validaciones de aprendizajes en el nivel profesional que hoy se demanda. En ese sentido, creo que lo virtual debería estar apoyado no tanto por la pasantía o práctica de aprendizaje, sino más bien con mentorías inmersivas de un tiempo determinado pero significativo. Porque, ¿qué aprende un profesor en un magister de gestión escolar, si nunca ha tenido la oportunidad de tomar decisiones, hacerle frente a una reunión con la junta directiva del colegio o con los profesores (ya no como par, sino como jefe) o simplemente entender el significado de la responsabilidad en el cargo?

Hoy tenemos una gran oportunidad con los cambios que se están sucediendo. Los avances de la IA y el desarrollo de la tecnología en general nos ayudarán a mejorar los procesos formativos, incluso a ser más eficientes en las evaluaciones, pero la experiencia vivencial seguirá siendo fundamental, por eso todos los que estamos en el sistema de educación superior y en particular en proyectos de formación avanzada con simulación virtual inmersiva, sabemos lo relevante que es el aprendizaje experiencial de Kolb, porque sigue siendo fundamental a la hora de adquirir y desarrollar competencias específicas.

La formación actual tiene entre sus múltiples desafíos como eje central la innovación, pero esto no se trata sólo de incorporar tecnologías para estar conectados desde la casa. También consiste en gestionar experiencias efectivas y reales de aprendizaje donde quienes se formen tengan una educación integral en un proceso bidireccional.


 

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